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Algunos dicen que debemos conservar
el remordimiento personal del poema,
permanecen abstractos, y hay algo de cierto en esto,
¡pero por Dios!;
doce poemas perdidos y no tengo copias
y también tienes mis cuadros, mis mejores
¡es intolerable!:
¿Tratas de aplastarme como a los demás?
¿por qué no te llevaste mi dinero?
por lo regular lo sacan de los pantalones
de los borrachos dormidos
tirados en la esquina.
La próxima vez, llévate mi brazo izquierdo o 50 dólares
pero no mis poemas,
no soy Shakespeare
pero en algún momento, sencillamente
ya no habrá más de lo abstracto, o lo demás;
siempre habrá dinero, putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzando las piernas:
"veo que he creado muchos poetas
pero no mucha poesía".