@Lector Maldito
Me levanto y nada, no hay nada, nada más que el silencio de la mañana. Un café pesado aclara la mente. Tomo asiento y un poco de aliento. Mis ojos empiezan a leer versos y mi alma poemas entender, ¡comprendo el sufrimiento!
En la nada, mi mente indaga pensamientos y momentos, que golpean como daga el sufrimiento. Con los recuerdos esparcidos en mis ojos, en mis manos y mis entrañas, puedo decir que entiendo la letra de cada poema, ¡comprendo! Comprendo el sufrimiento del poeta, la alegría de su amada, el amor o la derrota que lo atormenta.